Cuando de repente un día eres madre una especie de revolución interna estalla dentro de ti.
Sin duda vives una transformación, renaces de aquella crisálida que te ha guardado durante años, abres las alas y vuelas alto. Después de dar a luz a mi hijo en 2006 y tomar conciencia de nuestra realidad (nació con una enfermedad minoritaria: Esclerosis Tuberosa), empecé a volar con toda la fuerza que hasta entonces había cultivado. Mi vida, durante la infancia y adolescencia tampoco fue fácil. Crecí en un entorno violento, falto de amor y cariño, así que hoy puedo decirte que durante toda mi vida me he estado preparando para llegar a ti, con todo lo que soy.
Un espacio de inspiración, cuidado y belleza que nace y florece de mi para ti. Te estoy esperando.
Esta web utiliza cookies para mejorar tu experiencia de navegación y analizar el tráfico. Al hacer clic en “Aceptar” das tu consentimiento a nuestro uso de las cookies.